El asiento estaba muy reclinado hacia atrás, por lo que la actriz tuvo que hacer un esfuerzo un poco mayor.
Debido a la profundidad del respaldo del asiento, Jennifer tuvo que maniobrar para mantener el equilibrio, pero para mala fortuna de ella, los fotógrafos estaban atentos.
A pesar de los acosos de los señores de la cámara, la actriz evitó enseñar más allá de donde se oscurece la falda.
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