Danny Bowman, de Inglaterra, es un adolescente, como casi todos hoy en día, que se ha vuelto adicto a las redes sociales y no sólo eso sino a tomarse fotos 'selfies' para compartirlas en línea.
Su adicción llegó a una obsesión de tomarse 200 fotografías diarias sólo por diversión y para que sus amigos vieran lo 'divertido' que era.
"La única cosa que me importaba era llevar mi iPhone conmigo para poder satisfacer mi urgencia de tomarme una foto en cualquier momento del día". así lo confesó Danny a una entrevista para una cadena de televisión inglesa.
Comenzó a sacarse 'selfies' a los 15 años. Su obsesión crecía con los comentarios que recibían las publicaciones. Danny se 'volvió loco' cuando fue rechazado en una escuela de modelos por no tener el cuerpo ni piel adecuados.
A los 16 años, decidió dejar la escuela por completo para dedicarse a su locura por las fotos. Dejó de comer para perder peso, consiguió tener 10 kilos menos pero él se sentía 'gordo' aún.
"La gente las comentaba, pero los niños pueden ser muy crueles.
Una vez, uno me dijo que mi nariz era demasiado grande para mi cara y otro me atacó por mi piel. Entonces empecé a sacarme más y más 'selfies' para conseguir la aprobación de mi familia", dijo el joven británico. "Me sentía en el cielo cuando alguien escribía algo lindo, pero destruido cuando escribían algo malo", aseguró Danny.
En un momento, las críticas que recibía por su aspecto lograron impactar en su vida para sentirse mal consigo mismo, fue tal la humillación que sentía cuando no podía encontrar su 'buen ángulo' que intentó quitarse la vida.
Usó una gran cantidad de calmantes para su suicidio pero su madre lo halló tirado y logró rescatarlo. Hasta ahora, el chico se encuentra en tratamiento y lleva 2 años sin tomarse una 'selfie'.
“Parece muy trivial, pero es precisamente eso lo que lo hace tan peligroso.
Casi me quita la vida. Pero sobreviví y estoy decidido a no volver a caer a ese lugar”.
Fuente: TvNotas
No hay comentarios: