Después de casi 50 años de su muerte, que se cumplen en agosto próximo, Marilyn Monroe continúa en el centro de la escena. La figura mitológica que marcó una época en Hollywood regresa ahora a los cines con "Mi semana con Marilyn", un retrato íntimo que diera quien fue su confidente cuando la actriz pasó una temporada en Londres rodando la que sería una de sus mejores películas, "El príncipe y la corista".
El filme se estrena el jueves en Argentina. Cuenta con un elenco encabezado por Michelle Williams en el rol protagónico y dos grandes actores de la escena y el cine británico como Judi Dench, en el rol de Dame Sybil Thorndike y Kenneth Branagh, como Sir Laurence Olivier.
La acción comienza en el verano de 1956, cuando Marilyn Monroe llegó a Inglaterra por primera vez para filmar "El príncipe y la corista", película que la encontró compartiendo cartel con la leyenda del cine inglés, Sir Laurence Olivier, quien dirigió y co protagonizó el filme.
Ese mismo verano, el joven Colin Clark, un hombre rico que intentaba abrirse paso en el cine, encontró trabajo como asistente de producción en el set. Cuarenta años después, rememoró sus experiencias durante los seis meses de rodaje en sus memorias titulada "El Príncipe, la corista y yo". Pero faltaba una semana en el recuento de Clark. En el año 2000 Clark terminó contando el por qué de esta omisión, en un libro posterior llamado "Mi semana con Marilyn", donde contó la verdadera historia de esa semana.
El director Simon Curtis es un veterano director y productor de la televisión inglesa que debuta en el largometraje con este filme. El director aseguró que el primero contacto con la historia fue la lectura de los diarios que Colin Clark. "Fue interesante ver los detalles de cómo hubiera sido rodar una película en 1956. Es un momento particular en la historia de la cultura pop, además del choque entre la forma de trabajar inglesa y americana", recordó el cineasta.
Pero claramente la figura del mito estuvo detrás de su interés.
"Ella fue un nombre y una cara inmensamente famosa alrededor del mundo", dijo y añadió que sin embargo se tiende a ver su vida como una telenovela.
Para transmitir las sutilezas de la trama y la personalidad de Marilyn el director pensó en Michelle Williams, y cuando ella aceptó, pensó que las cosas saldrían realmente bien. "Michelle es una persona muy comprometida con su trabajo.
Fui muy afortunado de haber hallado a alguien que trabaje tan duro en su personaje. Después de ver su actuación, puedo afirmar que es una de las cosas más emocionantes que me pasaron en mi carrera. Desde el principio estaba claro que ella estaba haciendo algo extraordinario".
Como contrafigura, el director aseguró que Kenneth Branagh era el actor perfecto por varias razones: "El nombre de Laurence Olivier lo había estado siguiendo durante toda durante su carrera", afirmó en referencia a la serie de filmes en los cuales interpretó personajes que antes había hecho el legendario artista inglés. "Es justo que lo que la historia necesitaba", afirmó.
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